Dice Virginia Satir que necesitamos 4 abrazos al día para sobrevivir, 8 abrazos para mantenernos y 12 abrazos para crecer. Según ella, ¡necesitamos 8 abrazos al día para ser felices!. Y no estoy segura de que valga cualquier abrazo. ¿O sí?
En el abrazo hay mucho más que un gesto o una actuación. Hay contacto, conexión, significado… Hay abrazos y abrazos;
Hay abrazos de protocolo y educación, de oficio y de beneficio. Hay abrazos de escucha y de apoyo, hay abrazos de ayuda, de comprensión, de dar y de recibir.
Los hay de seguridad y confianza. Cómo de inseguridad y desconfianza. Hay abrazos de robo de energía, los hay, sí señor, de obligación y cumplimiento, donde cumplo y miento.
Abrazos interesados, forzados, por compromiso, donde algo se me arranca de la tripa. Algo tira de mi hacia afuera y no sé qué es. Pero me asusta y se convierte en un abrazo de rechazo.
No es lo mismo que los abrazos de recibir y descansar, esos en los que puedes desahogarte, incluso llorar. Ni lo mismo que los abrazos de unión, o los de despedida. De agradecimiento, de hola y de adiós. Hay abrazos de reencuentro, de pedir perdón y de perdonar. Abrazos que expresan un lo siento. Abrazos también de dolor. Y ¡abrazos de boxeador!
Abrazos filiales, maternales, abrazos de abuela, de abuelo, de tía y de sobrina, de ternura, de fortaleza. Abrazos de oso. Abrazos despistados y abrazos negados.
Abrazos de pandemia, ¡abrazos prohibidos y abrazos permitidos!. Abrazos de enamorados, abrazos grupales y abrazos naturales.
Abrazos de fragilidad. Hay abrazos cortos y largos. Esos largos a veces son abrazos de atravesar. De atravesar emociones sustos o miedos. De aprender a confiar. Hay abrazos de reír y de llorar. ¡Qué risa los abrazos de reír! Y ¡Que liberación los abrazos de llorar!. Cuando se puede reír, cuando se puede llorar. Y ¿¡cómo es el abrazo de llorar de la emoción?!
Abrazos de amistad, abrazos familiares, abrazos extraños, ¡abrazos de terapeuta! y abrazos de madrugada. Esos en los que te despiertas de noche buscando hogar y ahí lo encuentras. Abrazos de busco y abrazos de encuentro. Abrazos de vacío y abrazos de adicción. Abrazos de control y de descontrol. Abrazos de sí y abrazos de no.
Y también existen los abrazos de celebración, como el que os enviamos a todos hoy, para celebrar que somos 1000 personas embarcadas en este proyecto.
Un proyecto que tiene sentido para nosotras; MakeSense2us
Gracias
Felicidades! Por los 1000 y por los abrazos!
Gracias pp, los de madrugada son tuyos 🙂
Qué bonito lo que decís y qué razón. Me uno con mi abrazo de alegría a los 1000…
Mil gracias. Abrazo enorme para ti tb María
Que ricos los abrazos y que necesarios! Gracias por el que me toca y muchísimas felicidades!!!
Gracias Kenya. Abrazo enorme
Es verdad que los abrazos en la vida significan mucho.
Se me ocurre incluir en esos abrazos, los que tienes en la memoria y son inolvidables y los repites en tu imaginación una y más veces: el abrazo que diste a tu novia, cuando le pediste su compañía para toda la vida, por primera vez, a solas y te dijo sí; el abrazo de la madre cuando le traen a su hijo recién nacido; los abrazos del padre a los hijos cuando se refugian en él porque tienen miedo; y tantos otros.
Que bonito Tay. Muchas gracias;)